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Foto del escritorEugenia Araiza

It's all about the sugar


¿Alguna vez has corrido la misma distancia un día genial y otro día peor? Es realmente fastidioso cuando eso pasa pero lo importante, más que quejarse, es conocer que hay muchos factores que influyen: el calor, el frío, lluvia, la alimentación, la hidratación, etc.


¿De qué depende que una carrera sea buena o mala, que tengas el rendimiento que deseas y por el que has entrenado? En una persona que vive con diabetes todo se resume, además de todo lo arriba mencionado, en: los niveles de azúcar antes, durante y después de la carrera o entrenamiento.

Las cifras ideales para un paciente con diabetes es de 80-100 mg/dL. Estas varían después de las comidas y se ajusta el medicamento de acuerdo a los objetivos planteados por los médicos y quien vive con diabetes. Para lograr este manejo es necesario conocer el tipo de medicina que te están indicando, su efecto, su duración, su aplicación, etc. En mi casó la tengo "fácil", uso microinfusora de insulina (también llamada “bomba de insulina” pero después del 11S tuvimos que ser cuidadosos con esos términos especialmente en aeropuertos, oficinas de gobierno, al sacar la visa, etc.).

Anteriormente usaba un esquema de insulina bastante cerrado, con el cual tenía que desayunar, comer, cenar la misma cantidad de carbohidratos, a la misma hora, hacer la misma cantidad de ejercicio de preferencia a la misma hora para que el ajuste de la medicina fuera el más adecuado, pero aún con todo ese trabajo, un poco de ejercicio de más o un antojo (y no necesariamente azucaroso) y la glucosa se descontrolaba.

Durante muchos años usé la microinfusora de Medtronic, la cual es una maravilla, porque a pesar de que la base es un adecuado conteo de carbohidratos antes de cada comida ( o cada cosa que coma que los contenga) y revisarme la glucosa al menos antes de cada alimento, me da la libertad de comer más si quiero más o menos si de plano ya no puedo o no tengo hambre. En lo que respecta al horario, es más amable, porque ya no tienen que ser horas fijas. Es, digámoslo así, lo más parecido hasta ahora al funcionamiento de un páncreas, en el que uno tiene que hacer todos los cálculos que hace el páncreas y aceptemoslo, el páncreas es más inteligente que nosotros en cuanto a relación insulina/carbohidrato, sensibilidad a la insulina, pero nos acercamos.

Entre las maravillas de usar la microinfusora se encuentra el sensor de glucosa, el cual me da lecturas de glucosa cada 5 minutos así como tendencias y predicciones, lo cual me ayuda a evitar hipoglucemias mientras corro. Debido al costo, durante el entreno de mi primer maratón empleé el glucometro como base, checandome al iniciar el entreno, cada 5 km o si me sentía “rara” (ahora lo explico) así como al final. Pensé en dejar la opción del monitoreo continuo de glucosa para los entrenamientos más intensos y para el maratón, pero en realidad terminé corriendo todo ese tiempo con glucómentro. Logre descubrir el ritmo y me sentí bastante bien.

Para retomar el título del blog de "Sweet, sweet Marathon...", una mala o buena carrera depende de la glucosa, así que uno se debe volver experto en sí mismo, conocer cómo reaccionaría el cuerpo y en eso hice, conocerme y adaptarme.

Les voy a contar dos experiencias:

El entrenamiento de un sábado fue genial. Glucosa pre entrenamiento a las 7:30 am de 93 mg/dl, aún así apago la microinfusora y me tomó un jugo Jumex azucaroso con 23 g de carbohidratos de absorción rapidísima. Me dispuse a correr y vi como mis tiempos iban bastante bien y mi ritmo cardíaco se mantenía en 170-175 ppm. Hice de los mejores tiempos y aunque me tocaban 5 series de 1 km en zona 4 de ritmo cardíaco y 1 km de calentamiento me chute 6 series, porque ¡¡me sentía genial!! Glucosa al finalizar 93mg/dl… me sentí toda una master en esto de la carrera y la diabetes.

Otro día me tocaba correr 10 km en zona 2 es decir, abajo de 150 ppm (mi entrenador, el "Doc", como le decimos, me había comentado que arriba de 150 ppm mi cuerpo era un devorador de glucosa ante lo cual ese día, según yo, había tomado mis precauciones). 4:30 de la tarde, glucosa al iniciar 110mg/dl, todo bien pero igual me tome los 23 d de carbs de mi jugo, deje otro en el coche por sí lo necesitaba al acabar y apague la microinfusora. Me funcionó la otra vez, esperaba, si no los mismos resultados, si muy semejantes.


Comencé a correr, pero no pude mantener el ritmo cardíaco que me indicaron, me ganaron las ansias de correr como el sábado e iba a 170 ppm. Al kilómetro 4.5 comencé a sentir como si me detuvieran, checo la glucosa (todo un show el monitoreo mientras se corre, del cual espero especializarme) 95mg/dl, ¡¡claro que no voy a terminar la carrera con esa glucosa!!. Parada técnica: tomar 2/3 del segundo jugo y a seguir corriendo. Algo no andaba bien, me sentía rara, pesada, lenta y aunque bajé velocidad no se veía reflejado en el pulso, estaba manteniendo 178 ppm y de inmediato lo relacione: ¡las hipoglucemias aceleran el pulso!.


Así que en el kilómetro 7.5 vuelvo a checarme: 55mg/dl, ¡¡lo sabía!! Parada técnica número dos: sólo quedaba 1/3 del jugo, a tomarlo y como soy bien necia termine los 10 km que me tocaban, la glucosa ya iba mejorando, el pulso disminuyo un poco 165ppm y mi glucosa ya estaba en 90 mg/dl y justo cuando ya me sentía encarrerada se me acabaron los kilómetros. Obviamente el tiempo que hice por kilómetro no fue el mejor y no se acerco al que había realizado el sábado anterior pero me dio oportunidad de hacer cuatro notas mentales que hoy te comparto:

  1. Considerar el calor como un agente que acelera el uso de la glucosa, así que si un sábado corrí tempranito y medio fresco y ese otro día se me ocurrió correr en el pleno calorón de la tarde, los resultados no iban a ser iguales.

  2. Considerar insulina activa. Por poco que sea, tiene efecto en la carrera. Mi error: no observar en la microinfusora que tenía 0.4 UI activa de la dosis de la comida.

  3. Aunque parezca el Pipila, no dejar el jugo en el coche para no tener que desviarme por el. Quizá no lo utilice, pero más vale prevenir.

  4. Apagar la microinfusora media hora antes de iniciar a correr tal como sugirió el Doc, para así evitar el flujo de insulina y dejar queda ejercicio haga su trabajo sobre la glucosa.

Como puedes ver, aunque la primera carrera fue increíble, no me dio tanta información como la segunda y aquí en la corredera ese es el chiste, saber qué se puede hacer mal para tomar acciones y evitarlo en un futuro y más aún en un maratón y hacer de este una experiencia increíble.


Nota del editor: este artículo fue publicado originalmente en el blog "Sweet Sweet Marathon..." y se ha adaptado y publicado con autorización de la autora.



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